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marzo 24, 2014 11:25 am

[Columna] Ser parte del cambio que queremos ver: Viaje al sentimiento de una voluntaria de 17 años

CONSTITUCIÓN.- La experiencia vivida en el pasado workshop en Santa Olga significó para mí un enorme aprendizaje, ver y sentir cosas que en la cotidianeidad son muy difíciles de apreciar. El convivir con una comunidad que, a pesar de lo malo que la vida les presenta, vive con alegría y enfrenta la vida con optimismo.

En este pequeño fin de semana conocí una comunidad maravillosa, gente increíblemente acogedora que con solo tocarles la puerta abren su corazón y se muestran tal cual son. Para mí, es bastante difícil llegar a la casa de alguien y hablarle de la vida con naturalidad, pero al ver a mis compañeros hacerlo me iba sintiendo más cómoda y escuchaba con atención cada conversación en donde muchas de las personas con las que conversábamos tenían bastantes dificultades para vivir. Pero hay algo que tenían en común, y era esa sonrisa cálida, la mirada acogedora y la energía positiva que transmitían con cada palabra.

Lo que más me marcó, fue la historia de una señora que vive con necesidad permanente de oxígeno porque le quitaron medio pulmón. Estaba con el tanque conectado a electricidad, y tenía uno de reserva que funcionaba sin corriente eléctrica pero que duraba solo tres horas. Mientras contaba esto con absoluta naturalidad yo me preguntaba: ¿Qué pasa si la luz se corta por más de tres horas?, la señora simplemente fallecía.

Luego de conversar un rato le preguntaron si necesitaba algo para ella, por su enfermedad, la respuesta fue un hogar para su familia. Necesitaba una casa propia porque estaba de allegada donde su hermana. Pensé en mil posibles respuestas que pudo haber dado, pero ninguna parecida a esa, quizás más oxÍigeno o algún tipo de ayuda médica, pero ella mencionó inmediatamente a su familia, sin pensar en ningún instante en ella misma, algo que para nosotros a veces es muy difícil de hacer.

Por eso, mi intención es invitar a toda la gente a que les nazca la necesidad de apoyar los sueños, no desde la pena sino desde la alegría. A poder brindarle a la gente las oportunidades que necesita para tener una vida mejor. A pensar en la persona que está a nuestro lado y en lo que puedo hacer yo por ella. A través de Desafío Levantemos Chile descubrí que puedo ser el cambio que quiero ver, y trabajar con personas guiadas por este mismo objetivo. Un equipo realmente maravilloso capaz de mover cielo, mar y tierra por una buena causa.

 

Fuente: Guioteca